martes, 29 de enero de 2013

''Mi mayor error fue no cobrar''.

Recordando me tienes. Este invierno pasado, que por el frío no pisabamos la nieve, solo tu casa. Esas veces que me tocabas ''como a ninguna otra''; ''dime que me quieres'', decía, ''te quiero'' me decías. Sabiás que solo era un trago más, de una botella más, pero yo me sentía aquella botella tan especial que solo sacabas en ocasiones especiales. Como me hacías sentir, como salían las mentiras de tu boca, como te gustaba actuar, como amabas jugar  conmigo. Lo único que hacías era engañar y venir diciendo ''lo siento'', pero tu justificación era ''estabamos enfadados, fue tu culpa''. Me has hecho recordar cada mierda por la que he pasado sometida a ti. Pues eras mi mayor adicción. Raro es, pues, que aún siendo buen actor, buen mentiroso, todavía te quieren. Dolor, no es dolor, es rabia. Rabia al saber que yo solo fui una puta más, que me tratabas como a una zorra, solo me querías para pasar un buen rato ya pues siempre la quisiste a ella. Me hacías parecerme a ella. Mi mayor error fue no cobrar. Te hubiera dejado sin nada sacar a pasear a la otra. A tu morena. Tu amor. ¿Café? ¿O tal vez un cigarro? No hablemos de utilizarnos como cucharillas de plastico, que una vez que te remueven lo necesario, después de morderlas, las tiras al suelo sin doble pensamiento.

sábado, 26 de enero de 2013

Corazón de cocaína

Confía en mí, déjalo todo en mis manos que yo recordaré cada fecha, cada caricia, cada ida y cada venida, cada sonrísa tímida o extrovertida, cada abrazo, cada mirada, cada llamada y cada mensaje, cada hora, minuto y segundo estando a tu lado. Yo recordaré todos y cada uno de los 'te quiero' dichos, todos los susurros al oído, cada beso en la mejilla, frente, nariz o labios dado. Recordaré cada vez que me cojías la mano medio tímido, cada paseo por el parque, cada canción dedicada y cada vez que nos mirábamos a los ojos sin decir nada pues todo estaba dicho. Yo seré la que recuerde cada conversación, cada juego de niños, cada secreto contado, cada pelea de idiotas, cada suspiro vacio pero tan lleno, cada regalo, cada borrachera, cada café contigo, cada sitio visitado. Recordaré cada llamada colgada, cada palabra falsa, cada mentira y cada engaño, cada broma de mal gusto, cada palabra necia, cada amenaza, cada súplica; recordaré todas y cada una de las falsas excusas junto a al falso 'lo siento'. Y sin ir más lejor, recordaré todos y cada uno de los recuerdos, de las vivencias, de las necesidades y carencias.
Recordaré por los dos.

Los finales felices son histórias sin acabar.

Por amar, amaré el café de 'buenos días', ese olor, ese sabor a café italiano con un poquito de leche para colorear, junto a dos cucharaditas de azúcar y con un poco de caramelo por encima. Y te darás cuenta de que el principe no llega. De que el paisaje no es rosa bombón, ni verde oliva, ni azul en un cielo de primavera, ni amarillo soleado, ni rojo pasión como un corazón, ni naranja como tu media naranja, solo gris. Hasta tú has cambiado. Ya no vistes de Gucci, Prada o Dior, y tanta desesperación te lleva a bajar el listón. ¿Y te acuerdas en qué cajón de aquella cómoda vieja de madera oscura pusiste tus esperanzas? ¿Tu identidad? ¿Tu orgullo, quizás? Y claro que no has olvidado como te hacía sentir, como sus manos secas y firmes rozaban tu cuerpo desnudo sin ataduras; como sus labios carnosos, cortados por el frío viento del invierno besaban cada centímetro de ti; aún sigues recordando que eras su princesa de cristal, que cuando por fin se sentó en su trono este se desenvolvió y calló al vacio. Sin darte cuenta 'princesa', ese 'hasta mañaña' se convirtió en un 'adiós'. No debiste desjarte la corona en su cama, pues ahora ya es tarde para recuperarla, otra 'señorita' la luce mejor que tú. Y ahora solo te queda morderte el labio inferior para volver a subir a las nubes, volver a sentirte querida, deseada. Esperas que llegue la fiebre, para volver a sudar como lo hacías en sus lujosos aposentos, aspiras a delirar para poder ver esos ojos marrones tan profundos, ese pelo castaño, ese cuerpo tan deaseado al que tanto amabas una última vez.

domingo, 13 de enero de 2013

Oscar Wilde.

- ¿Y el arte?
- Es una necesidad
- ¿Amor?
- Una ilusión.
- ¿Religión?
- El sustituto elegante de la creencia.
- Eres un escéptico.
- ¡Nunca! El esceptismo es el comienzo de la fe.
- ¿Qué eres tú?
- Definirlo es limitarlo.
- Dame una pista.
- Se han roto los hilos. Te perderías en el laberinto.

miércoles, 9 de enero de 2013

Confesiones de una descelebrada.

Volví a sentirte cerca, a sentir cada una de tus caricias, a rozar tus labios. Fui al café de la esquina y pedí algo diferente, con doble de nata y caramelo por encima, hasta cambié de marca de tabaco porque absolutamente todo me recordaba a ti, todo tenía el mismo sabor, todo era blanco y negro. Y por un momento la música paró, las luces se apagaron, el local quedó vacio. Solo yo. Sentada en aquella mesa del fondo consumiendo el cigarro que pedía a gritos caladas. Entonces apareciste tu por la puerta, con aquella chaqueta de cuero marrón y esos baqueros rasgados con esas zapatillas anchas de Nike junto a  tu perfume se olía en toda la estancia. Rozaste mi mano y  besaste mi frente, desapareciste. Salí corriendo a buscarte pero no estabas, tu olor ya no se sentía. Te perdí. Esa pesadilla diaria de saber que estas con esa ''otra'' de la que ni hablas y ni tan si quiera recuerdas mi forma de besarte y los mordiscos en el cuello que tánto amabas, ¿o si?

martes, 8 de enero de 2013

''Tal vez, solo tal vez.''

Y si miras el calendarío empezarás a recordar fechas. A nombrar a todos aquellos infelices con los que intentaste olvidar a tu príncipe. Y sabrás que el calor corporal es adictivo, como la peor de las drogas. Te arrastraste por callejones oscuros borracha y llena de odio, sujetada por aquel ''caballero'' que te llevaba a casa. Y que al final, como modo de agradecimiento le diste lo que buscaba. Y lo triste es que al entrar observas que no hay nadie esperandote, nadie preocupandose por ti, estas sola; te agachas al vater y el precioso vestido de fiesta color mar del otoño del 97 junto a los tacones dejan de tener tanto glamour. Y sin darte cuenta ya tienes otro principe que añadir a tu colección. Te has convertido en una más siendo tan solo el polvo de una noche de algún idiota. Date cuenta qué estas haciendo con tu vida. Se te esta malgastando el cigarro y del café ya ni hablemos. Pero tú lo único claro que ves es que tienes que correr a por más vodka y coca  para estar ebria todo el tiempo. Ultimamente has estado  viviendo en un concierto y ni tan siquiera te gusta el grupo y piensas que si tal vez, solo tal vez hubieras elegido otro grupo todo hubiera sido diferente.

domingo, 6 de enero de 2013

Era un final necesario.

La herida se cura pero la cicatriz permanece y día tras día recuerdas por qué. Y es que las ilusiones me matan pero vivo de ellas. A tu princesa de chicle ya se la esta masticando otro. Y ahora vivo de esfinar cenizas que en su día fueron caricias dulces de caramelo.
Ayer pisé esa cafetería tan nuestra, la de la esquiña con el letrero rojo y dos escalones resbaladizos; me trajo tantos recuerdos pero a la vez noté un vacio, noté que no tenía esa gracia sin ti, noté que el humo me empregnaba como siempre y mi tabaco fluía como el café con leche y chocolate pero todo era diferente. La gente era la misma pero faltabas tu, el puzzle esta incompleto. Y tal vez, solo tal vez, no pise jamás ese sitio. Como entrar a un vacio lleno de miradas y susurros. Te necesitaba para vivir pero ahora no te puedo no ver. Mi coffee sabe mejor sin ti; he encontrado un sustituto a tus besos, el tabaco y la fiebre me cortan los labios igual que tu. Tus caricias son inecesarias, las piedras no necesitan cual contacto humano.

Ella mataba y revivía.

Sí, es ella. Reconocería su pelo como fuego en cualquier momento, y sus piernas. También sé que le gusta el café cortado, pero su mitad soy yo. Me acuerdo de sus rizos, de ese vestido rojo que crubría todas sus curvas. Esas medias negras que ahora estan rotas y desgastadas. Es como si fuese la primera vez. Ella va más allá, es inconfundible; siempre llegaba tarde a las citas, al llegar me besaba con rapidez y dejaba su carmín en mis labios, ese rojo que dejaba sabor a melocotón. Sus ojos brillaban más que cualquier estrella aunque ella insistía en taparselos con negro. Hasta sé como huele su piel, lo recuerdo como si fuera ayer. Me sacó de aquel bucle de malos tragos en el que me metí; la abstinencía era menos dolorosa cuando ella me dejaba esnifar sus ganas de vivir cada mañana cuando me levantaba a su lado. Era el infierno que se fundía en mi boca y, aún sin alcohol, sus copas conseguían ser las más etílicas. Me duele que haya aprendido a prender su cigarro sin mi, a reír solo para hacerme creer que le va bien y yo fingir que es verdad. Como una puñalada en lo más profundo del corazón al saber que esa mirada tan risueña ahora ya no se fija solo en mi y que esa sonrísa es solo suya, no mía.

viernes, 4 de enero de 2013

So let’s set the world on fire.

Y noche tras noche de aquel triste invierno lluvioso tú no te cansas de mirar por la ventana y escuchar la lluvia tan incomprendida esperando que venga un BMW negro alumbrando con sus faros toda la calle y te pite para que bajes, pero date cuenta que tu café con leche se esta enfriando y tu cigarro se esta consumiendo. Anda, ponte algo, que vas a pillar frío en bragas, con tacones de aguja negros y un discreto lacito color diamante y esa usada camiseta ancha de los Rolling Stones. Saca del armario tu mejor vestido junto a esos tacones azul marino que hacen juego con el colgante; maquíllate, pon esa sonrísa de pega en tus firmes labios de color rojo, diviertete. No es tu culpa. Él es ser inamduro que se deja guiar por el amiguito de ahí abajo. Sonríe, aunque solo sea para aparentar felicidad. Demuestra que eres más feliz sin él y que a pesar de todo el daño causado hace falta mucho más para romper el corazón de una señorita.

jueves, 3 de enero de 2013

Por encima de todo.

Mira, mi vida; la vida son más que un coño y un par de tetas más grandes que tu cabeza y aunque digas que no, después de follarte a todas las que quieras siempre te vas a acostar pensando en la misma, en la que quieres y no tienes por ser un chuloputas. Y ley de vida, no todo se arregla con bombones y flores o diamantes, las putas se compran pero tu princesa necesita más que un simple ''perdón'' para que arregle su corazón roto, que ponga piezas nuevas. Y no te digo que seas un completo caballero a todo momento porque cualquier dama necesita que la cojan brúscamente y se la tiren como si fuera la última vez pero se atento a los pequeños detalles que son los que importan. Quierela, amala, besala, abrazala, estate a su lado cuando nadie la comprenda, y por muy idiota que sea tratala como la mejor de las personas de este puto mundo o haz tus maletas y vete.

miércoles, 2 de enero de 2013

No somos un cactus.

Que conmigo no llegarás a tres metros sobre el cielo, ni siquiera llegarás a rozarlo, tampoco vamos a estar juntos en un barco y darnos el beso de ''Titanic''y, por supuesto, yo no dejaría mi vida por ti como hizo Bella por Edward. Esto no se parece al cuento de La Bella Durmiente y, probablemente, no acabe con un fueron felices y comieron perdices y tampoco voy a escribir nuestra historia en un diario para que cuando pierda la memoria alguién me lo lea como hizo Noa, no sería capaz de enamorarte cada día como en 50 primeras citas, ni si quiera aguantaría 3, que todo eso son películas, bienvenido a la realidad su majestad.