martes, 11 de septiembre de 2012

P, de Bonita.

Una noche más, notando el latido de tu corazón. El jodido olor a café que me levanta cada día, el puto cigarro que me fumo después de cada meneo. El oír un 'levantate de una puta vez que vamos a llegar tarde' salir de tu boca me hace ponerme a mil ante ti. Que me recuerdes que me suba las bragas al salir del baño, de la cocina, del almacen, del vestuario, del armario. Tu puta manía de jugar con mis pulseras, de querer enredarme entre tus sábanas. Y que al fin y al cabo simplemente son caprichos, caprichos que te hacen feliz. Como simplemente morderme el labio dejando una herida que me recuerde a ti. A tu ser. Que si no me llamas ni me acuerdo de que existes. ¿Cómo decías que te llamabas?