''-¿Te puedo quitar la camiseta?
-Sí.
-¿Te puedo quitar el sujetador?
-Sí.
-Opino que el tanga te sobra.
-Y yo creo que tus pantalones estás de más.''
Aunque las palabras sobrasen, los ''te quiero'' eran presentes en aquel acto de amor y lujuria.
Fue el instante de mayor felicidad de toda mi vida. Fue un instante inolvidable. Fueron las mejores horas. Lo triste, es que solo yo sentí amor. Aquel acto carnal tan puro, cuando el alma y el cuerpo se funden en una sola esencia, aquel acto fue solo mío. Considero que la otra persona estaba de más y ese momento fue mi momento de gloria. Fue el momento en cual me sentí yo con otra persona, notándola en mi. Sabiendo que no estaba sola, notandome sola. Era mi esencia la que se derramaba, era yo la que sufría y gozaba. Es mi historia.