viernes, 28 de junio de 2013

Medio amor.

Es raro, no fue una noche, fue a la luz del día. Aún recuerdo los versos de esa canción que sonaba de fondo ''Ai fost vedeta mea, un star de cinema, pana cand a venit cineva si ti-a luat fericirea'', recuerdo cada instante como si fuera ayer. Recuerdo que compramos una cerbeza de 2L, de la que solo se bebieron unos tragos. Ironico el hecho que el día anterior bebimos más e hicimos menos.  Recuerdo el cigarro de antes, el de después. Un beso, otro, besos por el cuello, por la espalda, besos bajando, más besos, besos que prometian tanto, que ilusionaban, besos tan mágicos, besos que llenarían una sala entera de aplausos. Y las miradas, qué decir de las miradas, esas miradas que inspiraban tanta confianza, deslumbraban amor. 

''-¿Te puedo quitar la camiseta?
-Sí.
-¿Te puedo quitar el sujetador?
-Sí.
-Opino que el tanga te sobra.
-Y yo creo que tus pantalones estás de más.''


Aunque las palabras sobrasen, los ''te quiero'' eran presentes en aquel acto de amor y lujuria.
Fue el instante de mayor felicidad de toda mi vida. Fue un instante inolvidable. Fueron las mejores horas. Lo triste, es que solo yo sentí amor. Aquel acto carnal tan puro, cuando el alma y el cuerpo se funden en una sola esencia, aquel acto fue solo mío. Considero que la otra persona estaba de más y ese momento fue mi momento de gloria.  Fue el momento en cual me sentí yo con otra persona, notándola en mi. Sabiendo que no estaba sola, notandome sola. Era mi esencia la que se derramaba, era yo la que sufría y gozaba. Es mi historia.