martes, 7 de mayo de 2013

Confundir necesidad con amor.

Y simplemente así, tú solo sabes el camino; ya no quiero seguir sintiendo tu perfume, y sí, tienes razón, toda la culpa es mía. Pensemos, la primera copa es por lo hijo de puta que eres, la quinta por lo loca que me tienes. Tal vez me enamoré de ti o tal vez de mi misma através de ti, simplemente es cuestión de perspectiva. Esa curva tan puta y delicada que se forma en tus labios al verme ya solo es un buen recuerdo. Tal vez escribir no sea lo mio, que más dará si no llena; yo rota, tu entero. Hoy, hoy no me quiero levantar porque si me levanto tengo que ver gente, socializar, tengo que aparentar felicidad, sin embargo estoy mejor aquí, en la cama, en mi casa, tomando café del barato, Martinii, fumando lo legal y lo ilegal, renunciando al vodka, arde, arde como tú,  como las palabras falsas y los sentimientos vacios que jurabas tener, pero claro, la culpa es mia, por tener espectativa, sueños, pasemos al Whisky, el más caro. La realidad es una mera ilusión, de hecho, ahora solo eres alguien que solía conocer, a quién solía saludar con un beso, alguien por quien luchar, pero, hoy, solo eres alguien. ¿Sabes lo que acojona? El mero hecho de que tu fueras capaz de hacerme feliz con la ropa puesta. No me gustan los problemas pero sin embargo me enamoré de ti. Perdoname por mi impaciencia, por fundirme en otras sábanas, por beber de otros vasos, por fumar otro tipo de placer, por cambiar de marca de café. Perdón por no llevar el tanga rojo en vez de negro y el sostén negro en vez de rojo. Cariño, me quejo mucho, por todo; tranquilo, seguiré haciéndolo. Y solamente dime, dónde esta tu crueldad, dónde están tus veinte primaveras.  La vida se vive mejor desde fuera, pero observandola por mi ventana, se aprecian los pequeños detalles.